Bajo la sombra del sangriento episodio, conocido como la “Masacre de San Fernando”, en 2010, el miembros de Ejército Mexicano rescató a 229 personas, un mexicano y el resto centroamericanos- que esperaban ser cruzados hacia Estados Unidos, todos hacinados en seis casas de seguridad localizadas en esta ciudad fronteriza de Tamaulipas.
Del total de personas localizadas en las casas de seguridad, 128 son guatemaltecos, 86 hondureños, 11 salvadoreños, 3 nicaragüenses y un mexicano. De ellos, 109 son menores de edad y 120 adultos, de los cuales 41 son mujeres.
Con el apoyo de la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas (PGJT) y la Coordinación Estatal Antisecuestros, se logró la detención de seis personas.
En tanto, los detenidos y los indocumentados fueron puestos a disposición de la Procuraduría General de la República y el Instituto Nacional de Migración.