Según cifras del Instituto de Estadística, Geografía e Informática (Inegi), entre 2012 y 2016 se reportaron 4 mil 509 asesinatos de niños o adolescentes. Un promedio de tres cada día.
Lo peor es que mientras en 2007 y 2008 los niños morían por fuego cruzado, a partir de 2011 se volvieron blanco de ataques directos, según Martín Pérez, director de la Red por los Derechos de la Infancia (Redim).
De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el número de víctimas es sólo superado por Nigeria, Brasil, India y República Democrática del Congo.
Además, sumado a las víctimas mortales, también el índice de menores de edad vinculados a la delincuencia ha crecido, «Vemos grupos delictivos con alto poder de fuego, con mucha ferocidad y tenemos instituciones totalmente ineficaces que no investigan y mucho menos castigan», agregó.
En 2011, de acuerdo con reportes de Redim, al menos 30 mil niños cooperaban en actividades como extorsión, tráfico de personas, piratería y narcotráfico.