En medio de la investigación sobre la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) mencionó que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) destruyó los fusiles de alto poder marca Heckler & Koch (H&K), decomisadas a la Policía municipal de Iguala, en Guerrer.
Se trata de 16 fusiles modelos G36, los cuales, según Sedena, dentro del expediente AP/PGR/SDHPDSC/OI/001/2015, fueron destruidos por el primer batallón de materiales de guerra, en Santa Lucía, Estado de México en enero de 2017, informó el diario Reforma.
La noche del 26 de septiembre de 2014 al menos tres fusiles H&K fueron disparados en el cruce de Periférico y Juan N Álvarez, donde Aldo Gutiérrez recibió un balazo que lo dejó en estado vegetativo, determinaron peritos de la Procuraduría General de la República (PGR) en el oficio SEIDO/UEIDMS/FE-D/1340/2015.
En su momento, el grupo interdisciplinario de expertos independientes (GIEI), que participó activamente en las investigaciones en los meses que siguieron inmediatamente a los hechos, recomendó realizar una confronta balística de las armas de las corporaciones policiacas que participaron en los hechos de septiembre de 2014.
Este miércoles, la CIDH reveló, en su informe de balance del primer año del mecanismo especial de seguimiento del caso Iguala, que uno de los fusiles alemanes estuvo asignado a la agente municipal Verónica Bahena Cruz, actualmente presa.
“La destrucción de evidencia balística de personas que se encuentran privadas de libertad por el caso Iguala podría constituir una grave falta en el cuidado de las evidencias y de las pruebas que implican a los responsables”, citó el informe.
Al respecto, el gobierno federal pidió al organismo interamericano mayor precisión para poder aclarar el punto.
El diario Reforma reveló que a través del Ejército mexicano la empresa H&K colocó fusiles en los estados de Guerrero, Chihuahua, Jalisco y Chiapas, a pesar de que el gobierno alemán se lo prohibió por considerar que se trata de zonas conflictivas.
El rotativo indicó que cuenta con facturas de la Sedena donde muestran que, entre 2005 y 2011, esas entidades pagaron en su conjunto 98.3 millones de pesos más IVA al Ejército por 5 mil 3 fusiles de los modelos G36V, G36KV y G36C1, que el Ejército previamente comrpó a Heckler & Koch.
La aparición de fusiles H&K en el caso Iguala reactivó en Alemania un proceso legal en contra de director de la fabricante, quienes declararon en la primera audiencia del caso el mes pasado.
Durante el juicio, Peter Beyerle, ex CEO de H&K, argumentó que siempre se vendieron las armas a la dirección de comercialización de armas y municiones (DCAM), del Ejército mexicano, y que este las revendió a los estados, operación en la que la compañía no tenía injerencia.
Con información de Reforma