El pasado 19 de mayo, en un operativo realizado por autoridades federales en la delegación Tláhuac se aseguraron 270 kilos de cocaína, el cargamento más grande incautado en la última década, enviado al parecer por integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El hallazgo, realizado tras el cateo a tres casas que utilizaban como bodegas, derivó de las declaraciones que hizo Gerardo “N” o Ricardo “N” “El Cachas”, detenido en Jalisco, presunto enlace del Cártel de Jalisco con la Ciudad de México. Las bodegas estaban bajo el resguardo de Josué “G” y Alfonso “B”, presuntos integrantes del Cártel de Tláhuac, detenidos el pasado 25 de mayo, en Xochimilco.
Los dos sujetos traían consigo muestras de la cocaína decomisada, así como de cristal, que pretendían vender a narcomenudistas en la Ciudad.
La droga se encontró en una vivienda de la colonia La Conchita, Zapotitlán, el mismo sector donde “El Ojos” fue abatido por miembros de la Marina. Como parte de la investigación se desprendió la ubicación de las bodegas y que la droga entró a la Ciudad por el Valle de Chalco.
De acuerdo con la División Antidrogas de la Procuraduría General de la República, el cargamento está valuado en 100 millones de pesos, equivalente a 870 mil dosis de cocaína.
Eel procurador capitalino, Edmundo Garrido Osorio, aseguró que esta droga era sólo para “el trasiego”; sin embargo, dijo desconocer el destino final y no descartó que parte de la droga hubiese sido utilizada para venderla a los narcomenudistas que operan en la Ciudad.
“Lo que me comenta el delegado [de la PGR] en la Ciudad de México es que es un tema de trasiego, no es un tema de droga que se vaya a utilizar en la Ciudad de México.
El procurador incluso mencionó que el incremento en las ejecuciones en la Ciudad está relacionado con la pugna de narcomenudistas.