Hasta el momento, son 16 los comunicadores que acudieron al Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, la mayoría ubicados Ciudad de México, sin embargo es una cifra corta a comparación de los 12 que murieron tan sólo en 2017 y 39 en total durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.
De acuerdo al diario La Jornada, el mismo Jan-Albert Hootsen, representante del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) asegura que la cifra negra debe ser mayor, pues muchos más han huido de las situaciones de riesgo sin reportarse a instancias gubernamentales, sin resguardo alguno.
Algunos de los testimonios que han acudido a dicho programa, reclaman limitaciones y fallas, pues el mecanismo y la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) otorga una pensión de alimentación de 3 mil pesos semanales en vales para supermercado y alojamiento, además le asignan una cantidad limitada para transporte, sin embargo, en caso de tener familia o requerir gastos adicionales, no existen alternativas o montos adicionales.
Pese a la crítica al CEAV, comparada incluso con programas de beneficencia de Sedesol, la crisis a la seguridad de informadores sigue en ascenso, tan sólo en 2017 fueron admitidas 92 solicitudes de acción urgente para proteger a periodistas en el país, el doble de las registradas el año anterior, 46.
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