La noticia del asesinato de dos sacerdotes en Guerrero sacudió a toda la sociedad, por lo que el obispo de Chilpancingo-Chilapa, monseñor Salvador Rangel Mendoza, insistió en la necesidad de dialogar con los líderes del crimen organizado, como él reconoce que hace, con el fin de reducir la violencia.
Sin empacho, el clérigo señaló que no es la primera vez que confiesa comunicación con el crimen organizado, “Yo abiertamente lo he dicho, he dialogado con los capos, con los jefes de esos grupos para que cuiden a los sacerdotes, religiosas, seminaristas”.
En una versión, difundida por CNN, Rangel Mendoza explicó que los sacerdotes eran también músicos y participaron en el espectáculo de esa localidad en el municipio de Taxco y cuando ya se iban y adelantaron un vehículo, sus ocupantes debieron enojarse, los rebasaron y los acribillaron.
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