Fotografías, noticias, ensayos y tesis dedicadas a la violencia en México se han convertido en un tema tan cotidiano que dificulta su entendimiento, según lo establece el analista Héctor Aguilar Camín.
¿Podría pasar que estamos en la situación de saber todo lo que pasa sin entender gran cosa de lo que sucede? Para Aguilar Camín es justo lo que se vive:
“La repetición mecánica de atrocidades, lejos de informarnos, nos aturde y en muchos sentidos nos anestesia. De modo que terminamos teniendo ante la violencia una ceguera doble: no podemos explicar sus causas y acabamos cerrando los ojos ante su realidad. No aguzamos, sino reducimos nuestra inteligencia y adormecemos nuestra sensibilidad. Son realidades que se muerden la cola: no poder explicar bien el fenómeno de la violencia induce a la anestesia frente a él. La anestesia, a su vez, reduce la urgencia de explicar”.
De ahí que el también columnista insiste en la disyuntiva de volver a empezar la tarea de explicar las causas fundamentales de la violencia, la aparición del negocio de la ordeña de ductos de Pemex, la captura de sociedades completas para la extorsión y el despojo.
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