El subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, informó que el asesinato de cinco jóvenes en Nuevo Laredo, Tamaulipas, a manos de militares, fue una ejecución pues los civiles “ni estaban armados ni se enfrentaron a los soldados”.
Entrevistado en la Cámara de Diputados, añadió que la oficina bajo su cargo se pronunciará oficialmente en cuanto la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) presente los resultados de la investigación sobre este caso, pero de antemano adelantó que no hubo enfrentamiento armado, sino que el crimen se trató de una ejecución.
“Tenemos que esperar a la investigación que se le solicitó a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, toda vez de que no se trató de un enfrentamiento con los jóvenes, independientemente de quienes eran, fueron ejecutados”, dijo.
Encinas Rodríguez detalló que desde su punto de vista existen elementos para acreditar que se trató de una ejecución:
“Esperemos a que venga la conclusión de la investigación de la CNDH para dar cuenta de qué pasó, pero evidentemente hay elemento para acreditar que los jóvenes no iban armados y que no había enfrentamiento”, indicó.
Explicó que ante la indignación que generó el caso entre la población en Nuevo Laredo, si bien, los elementos castrenses tienen derechos, “quien infringe la ley y comete un delito, debe cumplir con su responsabilidad”. También señaló que la indagatoria debe incluir a la cadena de mando y no solo a los elementos que accionaron las armas.
“Por supuesto que la investigación debe de abordar la responsabilidad de la cadena de mando en este operativo, no solamente le actuar de los elementos de las fuerzas armadas”, sentenció.
Alejandro Encinas visitó la Cámara de Diputados para presentar la Ley General de Memoria.
También fue cuestionado sobre la marcha que tuvo lugar este domingo en varias ciudades del país y reiteró que “todos tienen derechos de protestar, pero quien infringe la ley y comete delitos debe cumplir con su responsabilidad”.
Las víctimas de Nuevo Laredo fueron Gustavo Pérez Beriles, Wilberto Mata Estrada, Jonathan Aguilar Sánchez, Alejandro Trujillo Rocha, Gustavo Ángel Suárez Castillo, originario de Estados Unidos, y Luis Gerardo N, quien sobrevivió al ataque.
Ante las evidencias presentadas en el caso, la propia Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) confirmó en un comunicado que el ataque “sí fue ocasionado por elementos militares que se encontraban realizando un «reconocimiento del área» y que colabora con la FGR y la CNDH para la integración de la carpeta de investigación.