“¡Una agresión!, ¡una agresión!”, es el mensaje que llega a los militares que han salido hacia la colonia Los Almendros, en Reynosa, Tamaulipas, a realizar un recorrido nocturno de vigilancia. Piden la ubicación y no hay respuesta.
“¡Sigue la agresión!, ¡sigue la agresión!”, se escucha en repetidas ocasiones, el mensaje que envían sus compañeros después de que han pasado 20 segundos, así es como se detalla en una crónica de El Universal este duro estilo de vida.
El convoy se detiene. Un oficial vuelve a pedir la ubicación por el radio, otro revisa su celular, manda un mensaje y pide la misma información, mientras que el coronel Gómez voltea a ver a sus hombres y les exige rapidez y exactitud. La respuesta tarda varios minutos.
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