En pleno festejo de Vladimir Putin por su rotunda victoria en las elecciones presidenciales, algunos varios países de la Unión Europea anunciaron el viernes que planean tomar medidas contra Rusia por el envenenamiento de un exespía, incluso, podrían el ejemplo de Gran Bretaña y expulsar a los diplomáticos de Moscú presentes en su territorio.
Los 28 líderes del bloque confrontaron la hipótesis de Gran Bretaña en que era altamente probable que Moscú fuese responsable del ataque contra el ex doble agente Sergei Skripal y su hija Yulia en la ciudad inglesa de Salisbury a principios de este mes.
La presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaite, señaló que los socios comunitarios planean adoptar sus propias medidas contra Moscú en los próximos días: “Desde principios de la próxima semana, muchos países avanzaremos nuestras medidas nacionales”.
En tanto, el primer ministro de Irlanda, Leo Varadkar, dijo que su país llevará a cabo una evaluación de seguridad de los diplomáticos rusos con vistas a la posible expulsión de los que no sean legítimos. Su homólogo danés, Lars Lokke Rasmussen, agregó que Copenhague considerará “si debemos tomar pasos unilaterales”.
Sin embargo, Emmanuel Macron, de Francia, evitó el tema y Angela Merkel, de Alemania, se mostró escéptica, recordó que ya ha «mostrado su solidaridad en otras ocasiones», pero añadió que era «conveniente que Reino Unido pueda aclarar las dudas sobre las armas químicas».
A pesar de ello, el Consejo Europeo emitió sus conclusiones sobre el tema, sin decir si habrá medidas al respecto: «El Consejo Europeo condena en los términos más enérgicos posibles el reciente ataque en Salisbury, expresa sus más sinceras condolencias a todas las personas cuyas vidas han sido amenazadas y presta su apoyo a la investigación en curso. [El Consejo] se está de acuerdo con la evaluación del Gobierno del Reino Unido de que es muy probable que la Federación de Rusia sea responsable.