El Salvador debe de tomar urgentemente medidas efectivas para prevenir la privación arbitraria de la vida y poner fin al círculo vicioso de impunidad que hace posible estos crímenes, afirmó Agnes Callamard, relatora especial de las Naciones Unidas sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias.
Para la relatora de la ONU, el contexto sangriento que vive el país centroamericano, es el resultado de una especie de guerra de parte de las fuerzas de seguridad y las pandillas en esta región.
Tan sólo en 2017, El Salvador registró una tasa de homicidios de 60 por cada 100 mil habitantes, una cifra comparada sólo con otros países bélicos en Medio Oriente. “Es una guerra por parte de las fuerzas de seguridad contra los jóvenes y los pobres, pues la policía y los funcionarios públicos tratan a toda la juventud como si fueran pandilleros simplemente por el mero hecho del lugar en el que viven”, dijo Callamard.
La relatora de la ONU presentará su informe en el Consejo de Derechos Humanos y dijo que es urgente que el gobierno salvadoreño atienda las recomendaciones.