Grupos de radicales se enfrentaron con la Policía en el centro de París durante la marcha para conmemorar el 1° de mayo, convocada por el sindicato Confederación General del Trabajo (CGT).
Previo al evento, las autoridades habían extremado las precauciones y desplegado a lo largo del trayecto, de la plaza de Bastilla a la de Italia, un total de mil 500 policías y militares.
Poco después del inicio de la marcha, hacia las 15:30 horas, tiempo local, la Policía informó en su cuenta de Twitter que había detectado a unos mil 200 individuos enmascarados y encapuchados a la altura del Puente de Austerlitz, más o menos en la mitad del recorrido.
Sin embargo, los manifestantes lanzaron proyectiles contra los agentes, quienes respondieron con gases y cañones de agua.
Un restaurante McDonald’s resultó dañado, así como un concesionario de coches e inmobiliario urbano y algunos contenedores de basura, como consecuencia de los cócteles molotov y objetos incendiarios tirados por los radicales.
El ministro francés del Interior, Gérard Collomb, condenó «con firmeza» la violencia y el vandalismo, y aseguró en Twitter que se ha puesto todo a disposición para cesar «estos graves altercados al orden público y detener a los autores de esos actos incalificables».