Salah Abdeslam, único de los autores sobrevivientes de los atentados de París de noviembre de 2015, fue condenado este lunes a 20 años de prisión y multa de 12 mil euros, por el tiroteo con la policía belga que culminó con su detención en marzo de 2016.
Abdeslam, quien se encuentra detenido en una cárcel de seguridad máxima en Francia, no compareció al juicio, ni Sofiane Ayari, su cómplice en el tiroteo, también declarado culpable y condenado a las mismas penas.
El tribunal belga impuso la pena por los cargos de “tentativa de asesinato contra policías en un contexto terrorista”. El 15 de marzo de 2016, cuando agentes de la policía belga fueron sorprendidos por disparos de kalachnikóv al iniciar un registro de rutina en un piso que creían vacío, en Bruselas.
El local estaba ocupado por el fanco-marroquí Abdeslam, entonces con 28 años, Ayari, tunecino de 24 años, y un tercer terrorista, el argelino Mohammed Belkaid, de 35 años, quien murió en la balacera, mientras los dos primeros lograron huir por una ventana.
Una vez que la policía halló el escondite, Abdeslam y Ayari ingresaron a prisión tres días más tarde, en el barrio belga de Molenbeek.
Las autoridades belgas creen que estas detenciones precipitaron los atentados de Bruselas del 22 de marzo de 2016, en los que 32 personas perdieron la vida y más de 300 resultaron heridas.
En el piso donde ocurrió el tiroteo se hallaron los ADN de Najim Laachraoui, presunto fabricante de los chalecos suicidas y uno de los terroristas suicidas del aeropuerto de Zaventen, en Bruselas, así como de Mohamed Abrini y de Oussama Krayem, dos miembros del comando belga que desistieron de la misión en el último minuto.
También se halló el ADN de Bilal Hadfi, uno de los suicidas del Estadio de Francia, en París.