Zeid Ra’ad al-Hussein, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, exigió a EEUU detener su «inadmisible» política de separar por la fuerza a niños de padres inmigrantes que ingresan de manera irregular desde México. “Estas políticas castigan a los niños por las acciones de sus padres», señaló.
Funcionarios estadounidenses dijeron el viernes que casi 2 mil niños fueron separados de los adultos en la frontera entre mediados de abril y finales de mayo, luego de la política fronteriza endurecida, implementada por el presidente Donald Trump. Autoridades del gobierno dijeron que la táctica es necesaria para asegurar la frontera y sugirieron que la medida servirá para disminuir la inmigración ilegal.
Ante la situación, el funcionario de la ONU indicó en su discurso final al Consejo de Derechos Humanos de la ONU: «La idea de que cualquier estado busque disuadir a los padres infligiendo ese tipo de abuso sobre los niños es inadmisible. Llamo a Estados Unidos a poner fin inmediatamente a la práctica de separación forzada de estos niños»,
La delegación estadounidense, liderada por el diplomático basado en Ginebra Jason Mack, no hizo referencia a temas migratorios en su participación, donde sí defendió los derechos LGBT y denunció la violencia y discriminación contra los homosexuales y las personas transgénero.
Zeid también instó al organismo de 47 miembros a establecer comisiones internacionales sobre las presuntas violaciones a los derechos humanos en Venezuela, Nicaragua y Corea del Norte, donde hay “violaciones graves y sistemáticas» de los derechos humanos continuaban e instó a Pyongyang a cooperar con el investigador de la ONU sobre su situación real.
Por otro lado, Zeid acusó a China de evitar que activistas independientes brinden su testimonio ante organismos de derechos humanos de la ONU y expresó preocupación de que las condiciones se estaban «deteriorando rápido» en las regiones autónomas del Tíbet y Xinjiang.