En los últimos años, Ecuador ha enfrentado un aumento significativo en la violencia y la inseguridad, lo que ha puesto en evidencia la presencia y la influencia de la delincuencia organizada y los cárteles mexicanos en el país.
De acuerdo al investigador, Juan Manuel Aguilar Antonio, el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, el 9 de agosto, ha arrojado luz sobre esta preocupante situación, planteando interrogantes sobre la relación entre la política y el crimen organizado en este país.
Villavicencio, un destacado opositor al expresidente Rafael Correa y candidato presidencial, fue asesinado tras denunciar amenazas provenientes del líder de “Los Choneros”, una banda criminal vinculada al Cártel de Sinaloa, uno de los cárteles de droga más poderosos de México.
Las amenazas dejaron en claro que las estructuras criminales tienen un control extendido en el país, capaz de silenciar incluso a figuras políticas prominentes.
“Los Choneros”, conocidos por ser el brazo operativo del Cártel de Sinaloa en Ecuador, han establecido una relación simbiótica con el grupo mexicano.
La presencia de modismos mexicanos en sus comunicados y la utilización de siglas como “CDS” (Cártel de Sinaloa) evidencian esta conexión. Además, destaca que las bandas locales como “Las Águilas”, “Los Fatales” y “Cartel Nueva Generación” están también asociadas con los cárteles mexicanos.
Una de las cuestiones más preocupantes es la aparente falta de capacidad de las autoridades ecuatorianas para combatir estas estructuras criminales.
El hecho de que líderes de bandas criminales como “Fito”, líder de “Los Choneros”, puedan operar desde la cárcel con armas de alto poder y comodidades, ha planteado dudas sobre la posible complicidad de las autoridades y la debilidad del sistema carcelario.
Además, el incremento del 300% en los homicidios en los últimos tres años y la muerte de varios políticos, incluido el alcalde de Manta Agustín Intriago, evidencian la escalada de inseguridad en el país.
La pregunta que surge es hasta qué punto estas acciones violentas están vinculadas con las actividades de los cárteles y si existen nexos entre políticos y organizaciones criminales.
Sobre esto, la investigación en torno al asesinato de Villavicencio ha sido intensa, involucrando incluso a agencias extranjeras como el FBI.
Las comunicaciones entre los detenidos colombianos y números de políticos ecuatorianos han sido un foco de atención. Esto ha llevado a especulaciones sobre posibles vínculos entre políticos y el crimen organizado.
La falta de transparencia en las investigaciones y las circunstancias poco claras del asesinato, como el motivo detrás de la falta de seguridad para Villavicencio, han generado aún más cuestionamientos.
Sin embargo, algo concreto esta sobre la mesa: la sombra del narcotráfico mexicano ha extendido su alcance hasta los confines de Ecuador, dejando al descubierto una preocupante y compleja red de influencia en el país sudamericano.
En el centro de esta trama se encuentra el Cártel de Sinaloa, una organización criminal conocida por su destreza en el tráfico de drogas y su capacidad para establecer alianzas estratégicas con grupos locales.
A medida que Ecuador lucha por controlar el aumento de la violencia y la inseguridad, se pone en evidencia la trama oculta que conecta a los cárteles mexicanos con las bandas locales de delincuentes. Analicemos algunos puntos de interés en esta trama trasnacional de delincuencia