Al menos cuatro manifestantes murieron este jueves por ataques de grupos armados, presuntamente paramilitares, al inicio de un paro de 24 horas en Nicaragua, convocado por la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, lo que agudizó la crisis que ha dejado más de 160 decesos en dos meses de protestas.
Hombres con el rostro cubierto dispararon con fusiles y morteros de fabricación casera contra protestantes atrincherados en barricadas de las ciudades de Nagarote, Tipitapa y Masatepe, reportó Marlin Sierra, directora del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).
El paro comenzó este jueves en las principales ciudades de Nicaragua con cacerolazos y bocinazos, mientras los operativos de fuerzas de seguridad y los presuntos grupos paramilitares siguieron en zonas aledañas a la ciudad de Managua.
Al amanecer mercados, comercios, bancos y gasolineras estaban cerrados. Los organizadores del paro apremiaron a los funcionarios a ausentarse del trabajo de manera masiva, pero maestros, comunicadores gubernamentales y agentes acudieron a sus trabajos por temor a represalias, dijeron opositores. Durante el día sólo había grupos de policías y algunos camiones del transporte público semivacíos.
En casi todos los colegios públicos se suspendieron las clases porque los alumnos no llegaron.
El popular mercado oriental de Managua, con más de 20 mil negocios y 2 mil vendedores ambulantes, lució abandonado, custodiado a su alrededor por barricadas que la gente levantó para defenderse de eventuales saqueos.
Estas escenas se repitieron en las ciudades de Masaya, Estelí, Matagalpa, León, Chinandega, Diriamba, Rivas, Granada y Nueva Segovia, donde también se reportaron ataques de uniformados y presuntos grupos paramilitares contra los opositores. La mayoría de las carreteras que dan a estas zonas también lucían semivacías.
El obispo Silvio Báez confirmó en Twitter la muerte de un monaguillo de 15 años tras ser baleado por un presunto paramilitar en la ciudad de León. Además, pidió al presidente Daniel Ortega renunciar y así colaborar para solucionar la crisis.
Álvaro Leiva, director de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH), dijo que el pasado miércoles recibieron denuncias sobre el supuesto uso de sustancias tóxicas contra un grupo de opositores que marchaban en las ciudades de Diriamba y Jinotepe, al sur de la capital.
Tras las muertes de este jueves, el Cenidh reportó el deceso de 161 personas desde el 17 de abril, cuando iniciaron las protestas contra el gobierno del presidente Daniel Ortega, tras la implementación de una reforma al sistema del Seguro Social que afectaba a trabajadores y pensionados, pero que después fue derogada.
El paro convocado por la opositora Alianza Nacional por la Justicia y la Democracia, que agrupa a empresarios, estudiantes y sectores de la sociedad civil, es para exigir al presidente Daniel Ortega el cese de la represión y que vuelva a la mesa del diálogo para discutir, entre otros puntos, su salida del gobierno y la convocatoria a elecciones.