El próximo 4 de enero de 2021, la jueza británica Vanessa Baraitser dictaminará si autoriza la extradición de Julian Assange a Estados Unidos, que lo reclama por 18 delitos de espionaje e intrusión informática castigados con hasta 175 años de cárcel en ese país.
En caso de concretarse y el fundador de WikiLeaks fuera declarado culpable de espionaje en Estados Unidos, sería enviado a la prisión federal de máxima seguridad ADX Florence en Colorado, según lo ha declarado ante el tribunal penal Old Bailey, en Londres, Maureen Baird, exdirectora del Centro Correccional Metropolitano de Nueva York.
Estados Unidos reclama a Assange para juzgarle por haber conspirado presuntamente con el exsoldado estadounidense Bradley Manning (hoy Chelsea Manning) en 2010 y, ahora, también con otros «hackers» entre 2007 y 2015 para obtener y publicar ilegalmente información secreta en su portal.
Baird explicó que si el activista es extraditado, probablemente sería detenido bajo medidas administrativas especiales, tanto en detención preventiva como después de cualquier condena, debido a preocupaciones de seguridad nacional.
Bajo estas medidas, que quedan a discreción del Fiscal general de EU y que han sido utilizadas contra terroristas convictos, los reclusos pasan casi todo el día confinados en sus celdas sin contacto con otros presos y con poco contacto con el mundo exterior.
Debido al probable requisito de estas medidas, el “único lugar” al que iría Assange sería ADX Florence, “a menos que hubiera un cambio severo en su estado médico”, indicó Baird.
La Penitenciaría Administrativa de Máxima Seguridad en Florence, Colorado, mejor conocida por sus siglas en inglés de ADX o como el «Alcatraz de las Rocosas» tiene entre sus residentes a Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, tras la sentencia a cadena perpetua que el líder del cartel de Sinaloa recibió en Nueva York.