A un mes de la masacre en la secundaria de Parkland, donde Nikolas Cruz, un exalumno de 19 años, abrió fuego y mató a tres adultos y 14 estudiantes, miles de estudiantes convirtieron el ‘Día de Marcha Nacional’, como se nombró, en un acto de reclamo al gobierno de Donald Trump exigiendo un mayor control de armas.
Los jóvenes se vieron desde la ciudad de Parkland, Florida, hasta las puertas de la Casa Blanca, donde se rindió homenaje a las 17 víctimas mortales que dejó la masacre en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas.
La convocatoria, que se lanzó en redes sociales principalmente, obtuvo eco en más de 3 mil centros educativos en Estados Unidos, según los organizadores, la mayoría concentrándose en su campus como punto de reunión y luego a las calles para presionar por la aprobación de una ley federal que prohíba las armas de asalto como el rifle semiautomático AR-15, verifique los antecedentes de posibles compradores y desarme a quienes presenten señales de advertencia sobre un posible comportamiento violento.
En Washington, cientos de estudiantes se concentraron frente a la Casa Blanca y al Capitolio con pancartas y con gritos de «Enough is enough» («Basta es basta») y bajo una única exigencia de un inmediato control de armas.