El triunfo de la candidata morenista, y la alianza “Juntos Hacemos Historia”, Delfina Gómez en la gobernatura del Estado de México (Edomex) es un punto de inflexión que termina por confirmar una serie de transformaciones que se están viviendo en el sistema político mexicano. Del mismo modo, es la antesala de la confirmación de la permanencia de Morena en el poder Ejecutivo para el año 2024, con lo cuál el presidente Andrés Manuel López Obrador se vanagloria de la aprobación social de su movimiento que va conquistando cada vez más rincones del país, mientras un panorama gris se torna para la oposición política, con especial énfasis para el Partido Revolucionario Institucional (PRI). En esta segunda entrega en Día Cero revisamos algunos puntos para analizar esta importante coyuntura política:
Gobernar más allá de López Obrador ¿Tiene Delfina Gómez un proyecto político?
La elección de Delfina Gómez como candidata al Edomex no es un hecho que estuvo exento de tensiones al interior de Morena y los actores políticos que tienen presencia en la entidad mexiquense. Los primeros en apuntarse a la nominación a gobernador fueron viejos actores políticos como Higinio Martínez, el cacique del municipio de Texcoco y quién ha puesto a sus cercanos de confianza en la presidencia municipal desde el año 2006, y Horacio Duarte, político texcocano que desde la primera elección de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia se apuntó como uno de su más fieles seguidores y alfiles en el marco de la consolidación de su proyecto político.
Para quienes no tengan conocimiento de caso, el ascenso de Delfina Gómez se da en la política del municipio de Texcoco a finales de 2011, cuándo empezó a ser perfilada como candidata opositora en contra del Ayuntamiento que presidía Amado Acosta quién era militante del PRI. De forma sorpresiva, es importante decir que la hoy gobernadora electa no fue promovida en su momento por el PRD, sino por Movimiento Ciudadano, organización política con la que obtuvo el triunfo a la alcaldía. Sería hasta después de su toma de protesta y en meses posteriores al quiebre de López Obrador con el PRD, después de septiembre de 2012, que Delfina Gómez se integraría al Movimiento de Regeneración Nacional a mediados de 2013. En ese sentido, podemos decir que su carrera política inicia en ese año, y tan sólo una década después conquisto la gobernatura del Estado, no sin antes haber accedido a importantes cargos como Senadora de la República y Secretaría de Educación.
Los vertiginosos triunfos de Delfina, así cómo el ocupar cargos políticos de relevancia con una carrera política tan breve fue objeto de tensión entre Higinio Martínez y Horacio Duarte. Los cuales se sorprendieron cómo abrazo de forma completa el presidente a la política texcocana por encima de ellos para ocupar ese tipo de posiciones. En el marco de la elección, los tres perfiles de barajearon para nominar al candidato, cuándo finalmente la designación de López Obrador fue la que procedió. ¿Cuál es la razón de que el presidente tenga tanta confianza en Delfina? La respuesta es sencilla: La lealtad a AMLO.
Basta sólo recordar cómo en los primeros meses a su arribó a la SEP, en 2021, fue entrevistada por una serie de reporteros de medios de comunicación, y ante un cuestionamiento en el que se le invitó a dar un punto de vista sobre la política educativa del país, ella indicó que ella “opinaba o estaba de acuerdo con lo que dijera el presidente” más allá de emitir una opinión. Del mismo modo, destaca como AMLO prácticamente ordenó a Gómez renunciar a la SEP en agosto a razón de que, a través de la encuesta para la designación de candidato de Morena en el Edomex, ella era la nominada para perseguir la victoria en esta entidad.
Lo anterior nos devela un panorama en el que Delfina es una seguidora y funcionara fiel a los designios de AMLO, dicho perfil le ayudo a alcanzar posiciones estratégicas en la conquista política del proyecto del presidente desde 2018. Sin embargo, en su fasceta de gobernadora, su administración sólo se empatará un año con el gobierno de López Obrador, y ese será un año en el que el poder político del presidente vaya en claro declive de cara al posicionamiento de su sucesor. ¿Cómo gobernará Delfina en los cinco años post López Obrador? Seguirá los designios del presidente en retiro, ¿podrá formular un proyecto político autónomo? Es una duda trascendental de cara a los 5 años restantes de su administración sin AMLO.
¿Cuál es el destino del Grupo Atlacomulco? Consenso o confrontación
El Grupo Atlacomulco es un concepto que ha estado presente en la política mexicana durante décadas y su mayor nivel de influencia se dio en las últimas décadas del siglo XX. La organización ha despertado controversia y especulación sobre su influencia y relevancia en el escenario político actual. Que con la derrota de Alejandra del Moral en el Edomex parece estar sumamente acotado de cara al futuro. Durante años la organización que supuestamente estaba integrada por políticos, funcionarios públicos y líderes de del Estado de México, y particularmente asociados históricamente con el Partido Revolucionario Institucional, marcó un conjunto de actores de relevancia que decidían el poder político y mostraban su apoyo al gobernador en turno, siempre asociado al PRI.
A lo largo de los años, varios políticos fueron mencionados como posibles miembros o relacionados con el Grupo, pero es importante destacar que estas asociaciones no son definitivas ni están basadas en una membresía formal. Algunos nombres incluyen a políticos como: Carlos Hank González, Arturo Montiel Rojas, Alfredo del Mazo González, Enrique Peña Nieto, Eruviel Ávila Villegas y Alfredo del Mazo Maza. Del mismo modo, organizaciones empresariales como el Grupo Higa o Grupo Salinas, se indicó tenían marcada una fuerte relación con la organización.
Sin embargo, en el contexto del triunfo de Delfina Gómez su articulación hoy en día parece un tanto dudosa. Los primeros síntomas de las debilidades de la organización se dieron con el ascenso de Eruviel Ávila, alcalde de Ecatepec, a la gobernatura, personaje político sobre el cual se indicaba no había sido completamente arropado por la organización. A pesar de esto se permitió su entrada a dicha posición política antes de cerrar el ciclo del poderío de la organización con Alfredo del Mazo Maza, el heredero del apellido que dio tres gobernadores priistas el Edomex.
En la actualidad se puede deducir que los actores políticos del grupo no se coordinaron para evitar un triunfo de Delfina Gómez. Del mismo modo, quizá aceptaron la inercia del cambio político ante un PRI que casi gobernó por cien años la entidad que estaba en clara posición de desventaja. De momento queda la duda, ¿cuál será la postura de Delfina ante este conjunto de actores políticos locales que tienen gran cantidad de poder político y económico en el Edomex? ¿Se dará el consenso, la confrontación? Considerar esto es un factor clave de cara a la capacidad de gobernar que enfrentará Delfina en su administración.
Comprender la maquinaria gubernamental del Edomex: el más grande desafío
Para cerrar este ciclo de reflexiones hay un tercer factor que me causa dudas de cara al inicio del gobierno de Delfina Gómez, que es la capacidad de gobernar y entender el nivel de gobierno estatal de lo gobernadora electa y de su equipo de colaboradores. La experiencia de Delfina salió del nivel de gobierno municipal, el más pequeño y local, para posteriormente saltar al ámbito federal. Para los análisis de política y administración pública, una variable que notamos con importante interés es que los funcionarios públicos que empezaron a ocupar posiciones en el gobierno de AMLO, casi en su mayoría, provenían del nivel de gobierno municipal como Gómez. Y al enfrentarse al nivel de la Federación se mostraron fuertemente inexpertos para entender cómo funcionaba la maquinaría gubernamental en esta autoridad de gobierno.
De forma personal, creo que los primeros meses del gobierno de Delfina serán de lento aprendizaje, a razón de que ella y su equipo deberán conocer todos los pormenores del gobierno estatal para poder empezar. Esto implica sus reglad escritas y no escritas, para poder empezar a echar esta maquinaria. La explicación de esta hipótesis es simple, nunca en la historia del Edomex otro actor político que no fuera el PRI había gobernado la entidad. Será un largo aprendizaje, y la tentación de una reestructura y reingeniería será fuerte si Delfina Gómez cuenta con la mayoría del Congreso Estatal en 2024, para la segunda parte de su mandato. Habrá cambio, no queda dudas. Lo que no podemos decir es que serán rápidos. Probablemente tomarán su tiempo. Y como todo en política, esperemos sean para bien. El mejor de los deseos a la futura gobernadora, que la inercia de la transición y el cambio político mejoren la gobernabilidad y el carácter de las instituciones de gobierno en el Edomex.