El último fin de semana de enero terminó bañado de sangre, principalmente en los estados: Nuevo León, Veracruz, Quintana Roo, Chihuahua y Tamaulipas, con un total de 25 muertos, todos bajo ataques con armas de fuego.
De los tres, el más violento fue Nuevo León, donde investigan la muerte de 12 personas, nueve de ellas asesinadas en el municipio metropolitano de San Nicolás de los Garza; los restantes tres en Monterrey, Cadereyta Jiménez y Santa Catarina.
Hasta el momento, ningún grupo criminal se ha adjudicado la ola de asesinatos, por lo que las autoridades levantan información sobre si hay algún vínculo con alguna célula delictiva.
En tanto, en Veracruz, un grupo armado atacó la madrugada del sábado un centro nocturno ubicado en la ciudad de Xalapalo que dejó un saldo de dos personas muertas y cuatro más heridas. Según testimonios, un grupo armado ingresó cerca de las tres de la mañana y abrió fuego, contra de clientes, empleados y músicos del antro denominado “La Bartola”.
Pese a la difusión de este ataque, la Fiscalía General del Estado ni el Gobierno de Veracruz, han emitido un reporte de los hechos ni pronunciamiento alguno.
El último acto de violencia se vivió en la zona turística de Cancún, donde la Fiscalía General de Quintana Roo inició una investigación por el asesinato de tres personas en el bar Oasis. Este es el segundo ataque a algún restaurante-bar registrado en la ciudad en el presente mes. Semanas atrás dispararon contra “La Palapa de Chucky“, ubicado en la Región 230, lo que dejó como saldo dos muertos y seis heridos.
A estos hechos, se suman la muerte de un turista chileno en Acapulco, en el estado de Guerrero y otros seis asesinatos en Ciudad Juárez y cuatro más en Tamaulipas.