La muerte de periodistas en México, más de 110 desde el año 2000, podría ser comparada sólo con Afganistán y Siria respecto al número de decesos de comunicadores, convirtiendo dicha actividad profesional en un oficio de alto riesgo.
Según alertó la Unidad de Inteligencia de la prestigiosa revista británica The Economist, la creciente violencia ejercida contra los reporteros que cubren abusos policiacos, tráfico de drogas y corrupción gubernamental convierte a la prensa en México en un oficio “ampliamente no libre”.
México obtuvo una calificación de 6 de 10, y se agrupa junto con los países denominados “en gran parte no libre”, del que forman parte naciones como Afganistán, Irak, Sri Lanka y Uganda.
Además, según el portal Sin embargo, se subrayó el patrón de la violencia extrema contra periodistas en varios países de América Latina, el cual continuó de forma ascendente en 2017. Brasil, Colombia, Honduras y México se encuentran entre los lugares más peligrosos del mundo para periodistas, y pocos de los crímenes cometidos son investigados o procesados, precisó el documento.