Alrededor de 80 personas heridas de bala esperan turno en el principal hospital de Gaza, para recibir una cirugía, después de que soldados israelíes mataron a tiros a 59 palestinos e hirieron a unas 700 personas durante las protestas del pasado lunes en la frontera con Israel.
Israel dijo que tiene derecho a proteger su frontera, y acusó al grupo Hamas, de perpetrar ataques bajo el disfraz de protestas.
Este número de víctimas La elevada cifra de víctimas provocó protestas diplomáticas contra el estado judío, que fue acusado de uso excesivo de la fuerza contra manifestantes desarmados. Por ello, el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas comenzó el martes la sesión con un minuto de silencio por los muertos, mientras que su enviado especial para Medio Oriente declaró: “no hay justificación para la matanza”.
Por su parte el gobierno de Turquía expulsó al embajador de Israel, y diversos países europeos pidieron una investigación internacional.
La confrontación del lunes fue la culminación de una campaña de protestas que se extendió por semanas para tratar de romper el bloqueo fronterizo que Israel y Egipto impusieron después de que Hamas asumió el control de Gaza en 2007. Las protestas provienen de 2 millones de habitantes de Gaza que viven entre pobreza y desempleo, falta de suministro eléctrico hasta por 22 horas al día y aplastantes prohibiciones a los viajes y el comercio.
Pero el mayor detonante fue la reubicación de la embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén. Medida a la que se sumó Guatemala este miércoles con una ceremonia encabezada por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente, Jimmy Morales. Los palestinos pretenden que Jerusalén oriental, que se anexó Israel, sea su futura capital.
En consecuencia, el sistema de salud de Gaza, con 13 hospitales públicos y 14 clínicas dirigidas por ONGs, no es suficiente para atender a los heridos debido a la escasez de medicinas y equipo quirúrgico causada por el bloqueo.
El Hospital Shifa, en la ciudad de Gaza, recibió a unas 500 personas heridas el lunes, más de 90% con heridas de bala. Entre todos ellos, 192 necesitaban cirugía. El martes, los cirujanos sólo habían realizado 40 operaciones ortopédicas, y 80 pacientes aguardaban turno.